Desde que asumimos la representación estudiantil en el Consejo Directivo nuestro objetivo fue poder articular una disputa que abarque el terreno académico, el institucional y el gremial, con una clara vocación de transformación en lo concreto, impulsando estas transformaciones por medio de la discusión colectiva en las reuniones abiertas. Porque sabemos que estas transformaciones no son un fin en sí mismas sino que se llenan de sentido cuando son apropiadas por los estudiantes. Lo cual le confiere legitimidad a la política como herramienta de transformación colectiva, por fuera de tal o cual agrupación.
¿y en que se avanzó?...
Rompiendo la burbuja: La universidad un poco más afuera!
Entendemos la disputa institucional y académica como una disputa gremial, no sólo en sus aspectos edilicios o de mayor oferta de cursada, sino también en sus aspectos de formación, de producción de conocimiento, de planes de estudio. Por ejemplo: luchamos en contra de un academicismo elitista (que se regodea de su abstracción de las problemáticas sociales) impulsando, por un lado, la posibilidad de realizar las prácticas y observaciones en espacios de educación no formales (como Bachilleratos Populares) y, por otro lado, jornadas de debates en torno a qué profesores se forman hoy en la facultad. Así logramos poner en cuestión no sólo nuestra propia formación (como por qué las didácticas no toman los problemas de la escuela media hoy y sus objetivos, así como tampoco ponen en cuestión los marcos legales e institucionales de la escuela), sino también la educación no sólo como un problema estatal; apuntando a construir lazos entre la educación formal y no formal. Un camino que recién empezamos a recorrer pero que ya muestra ser de lo más enriquecedor. Es decir, introducir las discusiones que muchos estudiantes tenemos por fuera de la universidad en el mismo seno de esta institución. Porque pensamos que la transformación de la universidad no es un proceso interno de la universidad, sino una disputa en la que el conjunto del campo popular debe intervenir.
Recuperando la voz de los estudiantes: Evaluación estudiantil de las propuestas de Cátedra
Impulsamos el proyecto de universalización de la evaluación estudiantil de la propuesta formativa de las cátedras. Es decir, incorporar la crítica de los estudiantes a las materias que cursaron. Recuperar nuestra voz y que la misma tenga que ser tenida en cuenta por las cátedras, apuntando así a desestructurar la relación de producción del conocimiento como una relación unilateral. A su vez, defendimos la presencia de los estudiantes en los jurados de los concursos de auxiliares, que hoy fuimos eliminados por la modificación que la gestión impuso para adaptarse a los designios del rectorado de la UBA. Modificación que sólo pudo avanzar en razón de la composición antidemocrática del consejo directivo.
Para que la arbitrariedad no sea la regla: Equivalencia en Idiomas/Grabación de todos los teóricos/Limite a la bibliografía en lengua extranjera.
Nos tocó ver como solucionar dos casos extendidos de arbitrariedad: por un lado, la que se daba en los exámenes libres de idiomas y, por otro lado, la negativa de profesores a que se graben sus clases. Con respecto a lo de idiomas, impulsamos un régimen de equivalencias, así es que ahora aquellos estudiantes que tengan exámenes de idiomas quedarán eximidos de tener que cursarlos. A su vez, esto nos abre la perspectiva de trabajar a largo plazo diferentes proyecto que sumen a la modificación de los cursos de idiomas en pos de brindar también dichos conocimientos de forma gratuita a los estudiantes que no los tengan.
Con respecto a los grabados de las clases, es sabido que dado los problemas edilicios, muchos teóricos se dictan en horarios que son inaccesibles para los estudiantes que trabajan o que se superponen con otras materias, dificultando así el aprendizaje e instalando una diferenciación en nuestro claustro. A su vez, muchos profesores se niegan a que sean grabadas sus clases argumentando la propiedad privada de sus conocimientos; fue enfrentando estas concepciones que impulsamos un proyecto que todos las clases puedan ser grabadas. Es tarea ahora del CEFyL desgrabar todos los teóricos, rigiéndose ya no bajo un criterio mercantil (depende de cuantos estudiantes cursen la materia para que sea rentable su desgrabado), sino en beneficio de todos los estudiantes.
En pos de que haya condiciones de igualdad para todos impulsamos un proyecto para que las materias tengan un límite obligatorio para la bibliografía en lengua extranjera. Actualmente, eso no pasa de ser una sugerencia y hay carreras en las que algunas materias tienen hasta el 80% de su bibliografía en Inglés u otro idioma. Esto constituye un factor de desigualdad ya que aquell@s compañer@s que no tengan formación en idiomas no pueden acceder a la bibliografía que precisan para cursar y rendir. Sólo se cuenta con la deficiente formación en lecto-comprensión del Departamento de Lenguas Modernas, la cual la mayoría de las veces no sirve para abordar los textos complejos que estudiamos en nuestras carreras.
Con respecto a los grabados de las clases, es sabido que dado los problemas edilicios, muchos teóricos se dictan en horarios que son inaccesibles para los estudiantes que trabajan o que se superponen con otras materias, dificultando así el aprendizaje e instalando una diferenciación en nuestro claustro. A su vez, muchos profesores se niegan a que sean grabadas sus clases argumentando la propiedad privada de sus conocimientos; fue enfrentando estas concepciones que impulsamos un proyecto que todos las clases puedan ser grabadas. Es tarea ahora del CEFyL desgrabar todos los teóricos, rigiéndose ya no bajo un criterio mercantil (depende de cuantos estudiantes cursen la materia para que sea rentable su desgrabado), sino en beneficio de todos los estudiantes.
En pos de que haya condiciones de igualdad para todos impulsamos un proyecto para que las materias tengan un límite obligatorio para la bibliografía en lengua extranjera. Actualmente, eso no pasa de ser una sugerencia y hay carreras en las que algunas materias tienen hasta el 80% de su bibliografía en Inglés u otro idioma. Esto constituye un factor de desigualdad ya que aquell@s compañer@s que no tengan formación en idiomas no pueden acceder a la bibliografía que precisan para cursar y rendir. Sólo se cuenta con la deficiente formación en lecto-comprensión del Departamento de Lenguas Modernas, la cual la mayoría de las veces no sirve para abordar los textos complejos que estudiamos en nuestras carreras.
Elección de Direcciones de Departamento en época de clases: Un pequeño paso (concreto) en la democratización!
Junto a agrupaciones de las carreras de Letras, Antropo, Geografía, Filosofía, Educación, Edición e Historia presentamos un proyecto para que la elección de la dirección de los Departamentos sea en época de clases (antes esto se realizaba en época de receso, imposibilitando la participación y la discusión abierta y democrática). Sabemos que es sólo un paso, pero esto nos permite visibilizar y poner en cuestión, no sólo la composición antidemocrática de los cogobiernos, sino también su funcionamiento cotidiano. Actualmente estamos trabajando para impulsar la reforma de la composición de las Juntas de Carrera apuntando a que las mismas haya mayor presencia estudiantil. Somos conscientes de que aún falta mucho para lograr la universidad que queremos, pero estamos seguros de que estos primeros pasos van en esa dirección.
Universidad, DDHH y Juicio a los Genocidas
Gracias a un proyecto presentado en conjunto con la cátedra libre de DDHH, se logró que la facultad difunda la convocatoria de los juicios a los genocidas para fomentar la participación, así como también que sean tomados como una temática a ser investigada por parte de la comunidad académica. A su vez, impulsamos (desde la representación estudiantil que obtuvimos como espacio político en el Consejo Superior) que la UBA se declare a favor de el premio Nobel de la Paz para las Abuelas de Plaza de Mayo, a favor del Matrimonio Igualitario y a favor de la despenalización del Aborto.
Por una Universidad para todos
Estamos impulsando un proyecto de Régimen Especial de evaluación, asistencia, etc. El mismo tiene como fin que los requerimientos para ser alumno regular y las evaluaciones parciales y finales permitan adaptarse de acuerdo a las capacidades diferentes de los estudiantes. Evitando así la deserción por causas que nada tienen que ver con el estudio. Por otra parte, acompañamos la aprobación del proyecto presentado por estudiantes a partir del cual cada estudiante puede anotarse a la facultad con su nombre de elección. Esto constituye un paso más en brindar condiciones de igualdad para todos.
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Durante años la representación de la Vieja Izquierda en el consejo se limitó a llevar declaraciones y denuncias. Ahora pretenden hacernos creer que todas las propuestas que hemos impulsado y conquistado en el consejo son nada más que “migajas”. Si son sólo migajas ¿Por qué son tan importantes para miles de Estudiantes que manifestaron su apoyo a los proyectos? Y si son tan importantes para esos miles de estudiantes de nuestra Facultad, ¿Por qué la Vieja Izquierda, en tantos años representándonos en el Consejo Directivo, nunca intentó siquiera dar respuesta a estas problemáticas? Es esta misma Izquierda vetusta, hoy hegemonizada por El Bloque (Partido Obrero y a(ene)migos), la misma que se regocija en su soberbia y pretende así desconocer transformaciones concretas que hemos logrado colectivamente un conjunto de estudiantes.
No es nuestra forma de construcción hablar solamente sobre lo que los demás hacen o dejan de hacer. Nosotros llevamos adelante una iniciativa y una perspectiva política sobre la que hacemos nuestros balances. Elegimos construir legitimidad de la política como herramienta de transformación.
La disputa sigue siendo la misma que durante los últimos años: o sigue primando la política de la vuvuzela, el declaracionismo abstracto y la incapacidad de transformación de lo concreto que expresa El Bloque y la izquierda tradicional, o se avanza en un sentido colectivo, participativo y de búsqueda creativo-transformadora que necesitamos para modificar el presente.
No es nuestra forma de construcción hablar solamente sobre lo que los demás hacen o dejan de hacer. Nosotros llevamos adelante una iniciativa y una perspectiva política sobre la que hacemos nuestros balances. Elegimos construir legitimidad de la política como herramienta de transformación.
La disputa sigue siendo la misma que durante los últimos años: o sigue primando la política de la vuvuzela, el declaracionismo abstracto y la incapacidad de transformación de lo concreto que expresa El Bloque y la izquierda tradicional, o se avanza en un sentido colectivo, participativo y de búsqueda creativo-transformadora que necesitamos para modificar el presente.
Desde La Juntada venimos abonando a esta última opción.
…y lo seguiremos haciendo
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