mayo 28, 2009

Educacion Pupular: Lo publico vs. lo privado

En el marco del Primer Foro Nacional de Educación para el Cambio Social
te invitamos a la Actividad Pre-Foro en la
Facultad de Filosofia y Letras

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 MÁS INFORMACIÓN SOBRE FORO Y PREFOROS:
http://educacionparaelcambiosocial.blogspot.com
foro.educacion09@gmail.com

SI QUERES VIAJAR A LA PLATA MANDANOS UN MAIL A viajaalforo09@gmail.com Y COORDINAMOS PARA IR TODOS JUNTOS!

mayo 15, 2009

I Foro Nacional de Educación para el Cambio Social

5, 6 y 7 de junio -2009-
Universidad Nacional de La Plata

Este foro comienza a ser concebido desde la profunda necesidad de transformar radicalmente un sistema político, económico y social sentado en relaciones históricas de saqueo, dependencia y explotación. Desde el encuentro, y con la unidad popular como horizonte, alzamos la voz para construir un nuevo paradigma de relación entre los sujetos, entre las organizaciones e incluso con la naturaleza.  


Somos un grupo de organizaciones estudiantiles universitarias, secundarias y terciarias de Argentina (Córdoba, Buenos Aires, Lujan, Rosario, Santa Fe, La Plata, Comahue, Mar del Plata, Río Cuarto, La Matanza y Tandil) que día a día llevamos a cabo una lucha por transformar esta sociedad desigual, desde principios comunes de acción como la democracia directa, la autonomía, la formación colectiva y la horizontalidad; concientes de que éstos no son fines en sí mismos, sino medios para alcanzar aquello por lo que luchamos.

En este camino nos encontramos con la necesidad de cuestionar la educación que recibimos desde nuestros inicios, en todos los ámbitos e instituciones donde se procura formarnos como sujetos dóciles pero hábiles para el desarrollo y el crecimiento de un sistema que necesitamos cambiar. Reconociendo que existen acciones de resistencia y oposición a su interior, vemos que la educación, en su forma, contenido y contexto, es entendida como una mera herramienta de supervivencia y perfeccionamiento de las relaciones capitalistas de producción. Sin embargo, otra educación es posible: en toda nuestra Latinoamérica se vienen dando otras prácticas educativas que apuestan a construir un sujeto crítico, libre y creativo.

Estos son los motivos que nos llevan a organizar este Foro Nacional de Educación para el Cambio Social que realizaremos los días 5, 6 y 7 de Junio en la Universidad Nacional de La Plata. Allí discutiremos sobre la educación tradicional que muchas veces deja de lado la historia de nuestros pueblos, segrega a la mujer y reproduce la cultura dominante; reflexionaremos sobre ella no sólo para analizarla, sino para contraponer otro proyecto educativo, otro proyecto de sociedad: latinoamericanista, con perspectiva de géneros y centrada en las necesidades, deseos y voluntades del pueblo, y no de las empresas o sus gobiernos funcionales. No creemos que este proyecto pueda generarlo ningún sector de la sociedad aislado, por eso apostamos a un Foro multisectorial, donde se encuentren diferentes expresiones del pueblo y puedan entrar en dialogo en un espacio de reflexión crítica, socialización de experiencias, y construcción colectiva de conocimientos.

Son muchas las aristas que involucran estos debates, pero en estos tres días proponemos centrarnos en los siguientes ejes:

*Proyectos educativos en América Latina

*Mercantilización del conocimiento y precarización laboral

*Experiencias alternativas de educación

*Educación y arte

*Educación y géneros

*Educación y organización gremial

*Formación profesional y técnica ¿para qué? ¿Para quiénes?

*Hacia otra reforma educativa


Por último, entendiendo que el proceso educativo no puede seguir atrincherándose en recintos académicos, sino que debe interactuar con la sociedad en la que es producido, se realizarán en el transcurso del foro pasantías con distintas experiencias de educación popular en barrios del conurbano platense, fomentando así el intercambio de experiencias, valores y aprendizajes.

Actividades Pre-Foro en la Universidad de Buenos Aires

14 DE MAYO - 19:00hs., Facultad de Ciencias Económicas
"LA EDUCACION COMO MERCANCIA: Un paso atrás"
- Ariel Lager
- Mercedes D`alessandro

21 de MAYO - 19:30hs., Facultad de Psicología
"EDUCAR: DECONSTRUCCION DE IMAGINARIOS Y REALIDADES. ¿UN CAMINO A LA LIBERTAD?"
- Claudio Rocca
- Vanesa Cassal

26 de MAYO - 21hs, Facultad de Ciencias Sociales -Sede Ramos Mejía - Auditorio
"Los debates educativos en América Latina Hoy: entre neoliberalismo y experiencias alternativas"
- Juan Wahren
- Alejandro Blanco
- Juan Pablo Nardulli

28 de MAYO18:30hs Facultad de Derecho


¿Cómo afectaron las reformas educativas de los `90 el derecho al acceso a la educación?


- Beatriz Rajland (Docente Teoría del Estado)

29 de MAYO - 19hs Facultad de Filosofía y Letras
"Educación popular: Lo publico Vs. Lo Privado desde la perspectiva de las experiencias educativas de organizaciones y movimientos sociales"
- Roberto Elisalde
- Integrantes del Jardín del MTR
- Integrantes del sector educativo del FPDS
- Martín Cortes y Hernán Ouviña (Docentes de Sociología Política UBA)


Cronograma
http://img54.imageshack.us/img54/9726/cronogramafinal.jpg(click para agrandar)

Cartilla-Dossier

(click para abrir)
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Contacto: foro.educacion09@gmail.com




mayo 08, 2009

Retomar HOY las banderas del Cordobazo

Por La Juntada
Artículo publicado en la Revista del CEFyL
 
Articular históricamente el pasado no significa conocerlo “tal como verdaderamente fue”. Significa apoderarse de un recuerdo tal como éste relumbra en un instante de peligro.
Walter Benjamin

Ya volveremos y si no volvemos, seguiremos en el llano. Nosotros somos del llano, Susana, somos de abajo, somos los humildes, los que luchan por el bien, sin querer nada más que su parte, como la de todos (…) Si nosotros gozamos en la lucha, no en las roscas, trenzas y todas las porquerías de esas mínimas ambiciones. El sentido de nuestra vida es la lucha.
Cartas del Gringo Tosco

Recordar “el Cordobazo” es evocar una de las más memorables jornadas de lucha del pueblo argentino. En esas acciones de mayo del 69 se conjugaron muchos elementos positivos: la unidad obrero-estudiantil, el método de la acción directa, el desborde de la burocracia sindical por las bases, la emergencia del clasismo, la derrota de la policía. Haremos una pequeña reconstrucción de esas jornadas y el contexto en que se desarrollaron, para iniciar una reflexión y plantearnos algunos interrogantes de cara al presente: ¿Qué cambios ha sufrido la clase trabajadora desde entonces? ¿Y el movimiento estudiantil?¿Es lícito plantearnos el objetivo de la unidad obrero-estudiantil en los mismos términos actualmente que en la Argentina de 1969?¿Cuáles son las formas de construcción e interpelación más adecuadas para plantearnos el objetivo de unir la lucha estudiantil con el resto de los sectores populares en las condiciones presentes?

El contexto y los hechos

En primer lugar, el Cordobazo no puede entenderse sin recuperar el contexto internacional de la época y la tradición de lucha del movimiento obrero. Fue fundamental el cambio producido por el advenimiento de la dictadura de Onganía sobre el conjunto de la sociedad y, en particular, en el movimiento estudiantil. Las luchas de liberación se desarrollaban en todo el mundo con la influencia decisiva de la revolución cubana, que planteaba la posibilidad concreta de la construcción del socialismo en América Latina. En cuanto a nuestro país, los duros años de la Resistencia peronista habían fogoneado a miles de activistas, y un año antes, el 1º de Mayo de 1968, había sido fundada la combativa CGT de los Argentinos, conducida por el gráfico Raymundo Ongaro. El movimiento estudiantil, que había pasado del más rancio gorilismo a vivir sus años de oro del “cientificismo”, durante los 60 comenzó a unirse poco a poco a las luchas populares, hasta salir abiertamente a las calles a partir de la dura política del onganiato inaugurada por la “noche de los bastones largos”.

La descripción de los hechos puntuales del Cordobazo la dejamos en manos de unos de sus principales protagonistas, el dirigente de Luz y Fuerza en Córdoba y representante local de la CGTA, Agustín Tosco:
“El día 29 de Mayo amanece tenso. Algunos sindicatos comienzan a abandonar las fábricas antes de las 11 horas. A esa hora el Gobierno dispone que el transporte abandone el casco céntrico. Los trabajadores de Luz y Fuerza de la Administración Central, pretenden organizar un acto a la altura de Rioja y General Paz y son atacados con bombas de gases. Es una vez más la represión en marcha. La represión indiscriminada. La prohibición violenta del derecho de reunión, de expresión, de protesta.
Mientras tanto, las columnas de los trabajadores de las fábricas de la industria automotriz van llegando a la ciudad. Son todas atacadas y se intenta dispersarlas. El comercio cierra sus puertas y las calles se van llenando de gente. Corre la noticia de la muerte de un compañero, era Máximo Mena del Sindicato de Mecánicos. Se produce el estallido popular, la rebeldía contra tantas injusticias, contra los asesinatos, contra los atropellos. La policía retrocede. Nadie controla la situación. Es el Pueblo. Son las bases sindicales y estudiantiles, que luchan enardecidas. Todos ayudan. El apoyo total de toda la población se da tanto en el centro como en los barrios. (…) En las fogatas callejeras arde el entreguismo, con la luz, el calor y la fuerza del trabajo y de la juventud, de jóvenes y viejos, de hombres y mujeres. Ese fuego que es del espíritu, de los principios, de las grandes aspiraciones populares ya no se apagará jamás.”

Los principales impulsores y protagonistas del Cordobazo fueron las organizaciones obreras locales, fundamentalmente el SMATA y Luz y Fuerza, y los detonantes centrales fueron los “descuentos zonales” y la derogación el 13 de mayo del sábado inglés en varias provincias. El movimiento estudiantil jugó un rol fundamental en las jornadas de lucha popular. Las semanas anteriores habían estado signadas por movilizaciones estudiantiles y feroces represiones que dejaron varios muertos. En Corrientes, en el marco de una protesta por la privatización del comedor universitario, fue asesinado por las fuerzas policiales el estudiante Juan José Cabral. “En respuesta, la CGT de Corrientes y la federación de comerciantes cumplió un paro de repudio. En Rosario, los estudiantes universitarios decidieron suspender las clases y organizar un acto para el día siguiente. En este acto, la represión policial cobró una nueva víctima, el estudiante Adolfo Ramón Bello. Movilizaciones similares en Tucumán y La Plata también desembocaron en violentos enfrentamientos con la policía. La CGTA de Rosario convocó a un paro general para el día 23 de mayo. El 20, Ongaro encabezó una Marcha de Silencio en la Facultad de Ciencias Económicas de Buenos Aires, que fue reprimida con un saldo de 20 heridos y 160 detenidos. Se sucedieron enfrentamientos callejeros entre la policía y los estudiantes en Tucumán, La Plata, Resistencia, San Juan y Salta. Fue muerto, en Rosario, el estudiante de 15 años y obrero metalúrgico Luis Norberto Blanco”[1]. Es interesante resaltar, que aún en esta época donde el movimiento obrero tenía un peso específico en la realidad política nacional, el movimiento estudiantil se organizaba y masificaba en torno a sus propias demandas (comedor universitario y otras), y desde allí, en un contexto histórico que lo facilitaba, establecía sus relaciones con la clase obrera y el conjunto de las luchas sociales. 

La emergencia del clasismo

El Cordobazo fue un ejemplo de lucha popular por su tendencia a la unidad, por la alianza de obreros, estudiantes, profesionales y clase media en general, por la radicalidad de sus métodos, y porque le dejó los días contados a la dictadura de la “Revolución Argentina” que se jactaba de no tener fecha de vencimiento. Pero sobre todo, por lo que significó para el futuro de la lucha de clases nacional, el desarrollo significativo del clasismo, de las organizaciones político-militares y de la izquierda revolucionaria que militaba tanto fuera como dentro del peronismo. Ese proceso, como sabemos, fue derrotado por la acción fascista de la derecha y culminada por la sangrienta dictadura militar del 76.

Es necesaria una reflexión sobre las características de la renovada influencia del marxismo en el movimiento obrero y la emergencia del clasismo, particularmente fuerte en los gremios del interior. Luego del Cordobazo, la creciente agitación de las bases, establece un marco más propicio para la influencia de las diversas corrientes de izquierda en la clase trabajadora, que se desarrollará en los años siguientes como no lo hacía desde 30 años atrás. “Sin embargo, corresponde subrayar que esto sólo fue una brecha parcial en el monopolio peronista. Los trabajadores de esos sindicatos se mantuvieron, en una mayoría abrumadora, leales al peronismo, y si bien ese peronismo de los obreros se abrió a una diversidad de ideas y contradiscursos de corte nuevo, en el sentido político más inmediato su apoyo a los nuevos dirigentes no se basó en la identificación política. Un militante del sindicato de Luz y Fuerza en Córdoba explicó el apoyo de sus compañeros a Tosco, quien no era peronista, en los siguientes términos: “La mayoría del gremio es peronista, pero votaron a Tosco como dirigente sindical. Lo conocemos por más de 15 años, es honesto, capaz, probado en la lucha contra la patronal” (…) Lograron movilizar a sus bases y adoptar un papel político que desafiaba al régimen y preconizaba una revolución socialista. Pero esa movilización se basó en gran medida en una lealtad a la combatividad y la honestidad de los líderes antes que en factores específicamente ideológicos”[2]. Expresión de ello, entre otras cosas, es el rechazo a las candidaturas electorales que le hicieron a Tosco distintos sectores de la izquierda, sobre lo cual su entonces compañera Susana Funes, explica: “La verdad es la verdad, y la verdad es que Agustín no siguió con su candidatura porque entendió que Perón era un contrincante difícil, los trabajadores respetaban a Agustín, lo querían, habían luchado por su liberación y sabían muy bien la diferencia entre él y los caciques sindicales, pero la clase obrera en su mayoría era peronista”[3]. Otro caso que corrobora este fenómeno es lo dependiente que fue la fortaleza de la CGTA del conocido “movimiento pendular” de Perón, que Ongaro denominaba el “tacticaje”. En los hechos, la CGT de los Argentinos pudo surgir con un peso específico en la clase obrera en la medida en que Perón decidió darle aire para combatir a Vandor y su proyecto de un “peronismo sin Perón”, pero cuando el General decidió restarle apoyo y llamó a la “unidad sindical” en torno a las 62 organizaciones la CGTA se vio rápida y severamente debilitada. Por tales motivos, Tosco consideraba profundamente sectarias las posturas del SITRAC-SITRAM, que atribuía a la influencia de la intelectualidad pequeño-burguesa de quiénes redactaban el periódico SITRAC: “Pocas veces he visto tanto sectarismo, tanto engreimiento y falta de humildad y sencillez proletaria. Sinceramente me dan asco por su desprecio a todo lo que no sea ellos[4]. Al mismo tiempo rechazaba las respuestas de Atilio López por oponerles un discurso “nacional y anticlasista”, porque “lo nacional, ¿qué es? Antepuesto a clasista, ¿qué es? Es el lenguaje de Rucci de Taccone, de los fascios, de los yanquis”. Lo que él debiera haber dicho, decía Tosco, es que “todos los trabajadores somos clasistas, porque pertenecemos a la clase trabajadora. Y no sólo los dogmáticos y los sectarios (…) los exclusivistas y excluyentes que se denominan “clasistas” en oposición a los demás[5]

El legado de la lucha de calles

La reivindicación del Cordobazo y sus enseñanzas no debería hacernos perder de vista las enormes diferencias históricas existentes entre aquella época y la actualidad. Cuando cantamos “obreros y estudiantes como en el Cordobazo” no deberíamos tomarlo al pie de la letra. Tener memoria histórica es fundamental para la militancia popular, pero precisamente para tener un sentido histórico en las luchas y las construcciones del presente. De lo contrario, corremos el riesgo de caer en posiciones ahistóricas, en reivindicaciones abstractas de la unidad entre obreros y estudiantes, mediante lo cual terminamos vaciando la referencia de toda densidad y radicalidad. Precisamente porque la necesidad de unir la perspectiva del movimiento estudiantil y el conjunto de la comunidad universitaria con los destinos de la clase trabajadora y los explotados es una tarea tan seria como necesaria, no deberíamos banalizarla con mero verbalismo y consignismo. Luego de la derrota de los 70, la dictadura y el neoliberalismo ni la clase obrera ni el estudiantado se encuentran en las mismas condiciones, tanto desde el punto de vista estructural como subjetivo. Y no decimos estudiantado porque sí, sino porque pensamos que la tarea es reconstruir un movimiento estudiantil hoy inexistente como tal.

Al mismo tiempo, creemos que es bastante evidente que en la actualidad la clase obrera no tiene la misma composición que entonces, presentándose en forma mucho más difusa y fragmentada, con una menor y más diluida presencia de obreros industriales, y una mayor imbricación con el territorio y el pueblo pobre en su conjunto[6]. Además, han surgido nuevos movimientos sociales y métodos de lucha, como en nuestro país son los piqueteros, las asambleas ciudadanas contra la explotación de los recursos naturales, etc. Es una tendencia que adquiere características continentales, sobre todo en aquellos países con una presencia específica de los movimientos campesinos e indígenas.

De aquella gesta gloriosa que fue el Cordobazo, nosotros desde el movimiento estudiantil retomamos sobre todo que para encarar luchas serias por nuestras reivindicaciones y hacer nuestro aporte a la lucha popular, tenemos que ser miles. Y para ser miles, tenemos que dialogar y construir de acuerdo a los tiempos que vivimos con el conjunto de los estudiantes, es decir esa amplia mayoría que no milita en organizaciones políticas. Para eso hay que abrir genuinos espacios y canales de participación más allá de las agrupaciones, abandonar las luchas intestinas y los narcisismos de la pequeña diferencia, para masificar cambiando radicalmente la lógica de los Centros, la Federación y todos los espacios de participación estudiantil. Porque en definitiva el mayor aporte que podemos hacer al conjunto del campo popular es construir un movimiento estudiantil masivo, organizado y con capacidad de movilización. Ese es el desafío al que desde La Juntada nos proponemos aportar para retomar los grandes legados que nos dejó el Cordobazo: el camino de la unidad popular y la lucha de calles.


[1] Pozzi, Pablo y Schneider, Alejandro, Los setentistas. Izquierda y clase obrera: 1969-1976, Eudeba, Buenos Aires, 2000, P. 52.
[2] James, Daniel, Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976, Siglo XXI, Buenos Aires, 2005, p. 310.
[3] Licht, Silvia, Agustín Tosco y Susana Funes, historia de una pasión militante. Acciones y resistencia del movimiento obrero (1955-1975), Biblos, Buenos Aires, 2004, p.229.
[4] Licht, Silvia, op. cit., p.108.
[5] Licht, Silvia, op. cit., p.110.
[6] Incluso en aquella época la centralidad de la fábrica no era homogénea en todo el espacio nacional. Daniel James señala que “En los marcos urbanos del interior donde se habían instalado industrias nuevas el conflicto social generado por la vida fabril se prolongaba en el exterior de la planta y era reforzado por pautas de segregación social y espacial. La oposición social emergente de esas industrias modernas no era desdibujada por un amplio marco urbano, sino, por el contrario, visiblemente subrayada. La estrecha proximidad física entre el lugar de trabajo y el de vivienda –particularmente en las muchas ciudades del interior donde había una sola industria- también contribuía a fortalecer la solidaridad interna de las comunidades obreras.
En Buenos Aires la fábrica no ocupaba un sitio tan central, pues formaba parte de una vasta estructura urbana donde se diluían tanto los contrastes como las solidaridades que se generaban en los puestos de trabajo.” James, Daniel, op. cit, p. 302.

mayo 05, 2009

Cátedra Libre José Martí - 1er cuatrimestre 2009

Pensar Nuestra América hoy es pensarla en medio de su encrucijada histórica; es hurgar sin tapujos entre el miasma de la crisis civilizatoria del capital y la invención germinal de nuevas aspiraciones emancipatorias; es repensar, sentir e imaginar nuestra tierra y nuestra historia desde abajo y a la izquierda. La Cátedra Libre José Martí intenta ser un humilde aporte en esta ambiciosa tarea que no puede sino ser empresa colectiva de nuestros pueblos.
Esta Cátedra Libre se pretende entonces parte constitutiva de un proyecto militante: la de todos aquellos que no nos contentamos con interpretar el mundo sino que soñamos con transformarlo. Pensar hoy las condiciones de posibilidad de esa transformación en Nuestra América demanda revisar, recrear y criticar nuestras tradiciones populares y revolucionarias, recuperar nuestras luchas fundantes y los anhelos libertadores de nuestros pueblos, acompañar de cerca (con la reflexión pero también con la acción) las más avanzadas experiencias políticas de los oprimidos del continente. Para encarar semejante tarea nos parece saludable evitarnos la construcción de próceres inmaculados y de escrituras sagradas, pero también esquivar el superficial ilusionismo posmoderno de un presente perpetuo que nada tendría que aprender del pasado ni nada que prefigurar hacia el futuro.


Nos proponemos explorar a convulsiva coyuntura histórica a que el capitalismo ha llevado hoy a toda la humanidad, indagar en la profundidad de la crisis actual, y aún más, en la propia polisemia de la palabra “crisis”, en sus significados más profundos. Nos proponemos también recorrer este camino, junto con nuestros compañeros intelectuales, docentes y militantes populares que colaboran en este seminario, tomando como anclaje central las resistencias que nuestros pueblos han construido, las voces que los subalternos de todo el continente hemos alzado contra la ofensiva de los poderosos, las incipientes construcciones alternativas que prefiguran la posibilidad de otra política y de otra sociedad.


El combate por otra sociedad se da en las calles pero también en la reconstrucción de una nueva hegemonía político-cultural desde las clases populares. Este seminario se piensa a sí mismo como parte de esa praxis emancipatoria y nuestra práctica lejos está de pretender situarse desde un saber especializado y supuestamente “verdadero”. Una hegemonía desde abajo se construirá desde la reflexión y las múltiples prácticas militantes del campo popular, será siempre invención de un intelectual colectivo, insurgente y liberador.

Encuentros

| 13 de mayo | Marcelo T. de Alvear 2230 – 21hs | aula 100----
América Latina ante la crisis civilizatoria. El papel de los estados y de los movimientos sociales
Invitados: Omar ACHA, Alcira ARGUMEDO, Mabel THWAITES REY

| 20 de mayo | Marcelo T. de Alvear 2230 – 21hs | aula 100----
EZLN y MST de Brasil: la autonomía insurgente y el poder (hacer)
Invitados: Néstor KOHAN, Claudia KOROL, Hernán OUVIÑA

| 27 de mayo | Marcelo T. de Alvear 2230 – 21hs | aula 100----
Soberanía estatal, protagonismo popular y Socialismo del Siglo XXI en Venezuela
Invitados: Hugo CALELLO, Aldo CASAS, Julio GAMBINA, militante del PSUV

| 3 de junio | Marcelo T. de Alvear 2230 – 21hs | aula 100----
Movimientos sociales, indigenismo y nuevo Constitucionalismo en Bolivia
Invitados: Juan HERNÁNDEZ, José SEOANE, Maristella SVAMPA

|10 de junio | Marcelo T. de Alvear 2230 – 19hs | aula a confirmar----
De la resistencia a la hegemonía alternativa, ¿cómo pensar hoy un proyecto emancipatorio desde Nuestra América?
Invitados: Atilio BORON, Daniel CAMPIONE, Claudio KATZ
Inscripción y bibliografía:
catedralibrejosemarti@gmail.com