septiembre 24, 2007

PARTICIPEMOS PARA TRANSFORMAR EL CENTRO

Quienes integramos el Colectivo de Izquierda estamos convencidos que lo más importante en estas elecciones es que podamos reflexionar sobre nuestra herramienta gremial. Nos parece que es un momento para abrir un debate, y que en tal sentido es importante participar del proceso electoral. Ya sabemos que la cola a veces es larga, que te atormentan con volantes, que tenés que ir a cursar, que la de centro no es obligatoria, etc. Pero es importante que te tomes unos minutos para reflexionar y te acerques a votar. Pensemos en los años nefastos de la dictadura en los que los centros fueron prohibidos, o en los posteriores con la burocracia estudiantil morada durante los años ’90.

“Encuentro” (o el regreso de los muertos vivos…)
La Franja Morada quiere volver reciclada de la mano del kirchnerismo. La alianza electoral(ista) “Encuentro” está compuesta como por 20 agrupaciones que durante el año ni siquiera están en la facultad, o que en su defecto se dedican a pegar afiches financiados por el gobierno. Están ligados a lo peor de la política universitaria, a los sectores de la derecha privatizadora, al rector y los decanos que defienden un régimen anti-democrático para conservar sus privilegios. En fin, son los que quieren una universidad cada vez más elitista y para unos pocos, funcional al neoliberalismo. Por eso no pueden decir lo que son, y se camuflan en “novedosas” listas…

Quien dijo que 10 años no es nada (criticando a la izquierda, desde la izquierda)
Hace ya una década que la izquierda partidaria recuperó el centro de estudiantes en filosofía y letras. Haberlo recuperado de las manos corruptas de la mafia morada, para defender la universidad pública y apostar a la lucha es sin duda una gran conquista. Pero sin embargo hay muchos problemas, y a esta altura, el “cuco” de la derecha no debería ser una excusa para reflexionar y ejercer una autocrítica. ¿No es un problema que en 10 años de conducción de la izquierda no hayan podido abrir el centro de estudiantes para transformarlo en un espacio de participación y organización estudiantil? ¿No es un problema que cada año voten menos estudiantes a centro y que cada vez haya más agrupaciones que lo componen? ¿No es un problema que el centro se gane con frentes electorales de último momento (literalmente, la noche anterior…) que lo único que hacen es repartirse los cargos? ¿No es un problema que las asambleas sean un espacio de debates incongruentes con nuestra práctica cotidiana, donde decenas de partidos, agrupaciones y grupos se ponen a discutir cuestiones que la mayoría de las veces son ajenos a la realidad de los estudiantes? ¿No es un problema que tengamos un centro de estudiantes cada vez más ligado a la gestión de un decanato que nos obliga a cursar como sardinas, que obstaculiza los proyectos de cátedras paralelas, que permanentemente restringe los espacios recreativos y de expresión, y que quiere una facultad cada vez más disciplinada para hacer buena letra con el rectorado?

Pongamos el centro patas para arriba…
Necesitamos terminar con estas lógicas. No tenemos respuestas inmediatas ni soluciones mágicas, sencillamente porque no existen. Pero sabemos lo que ya fracasó. Fracasó el modelo de centro que se apropian dos, tres o cuatro agrupaciones a través de un frente electoral de ocasión. Fracasó una lógica sectaria que no dialoga con los estudiantes, que prioriza los intereses particulares de su agrupación o partido frente al de los estudiantes en su conjunto.
Necesitamos pensar otro centro de estudiantes. Un centro que se proponga en primer lugar abrir canales y espacios de diálogo y participación al conjunto de los estudiantes. Un centro que fomente la participación y el debate. Un centro lleno de estudiantes y de contenido, no solo de consignas, que lamentablemente terminan siendo un decorado más. Un centro que se proponga luchar, pero también reflexionar y pensar colectivamente. Un centro de izquierda, pero pluralista y participativo, en el que prime nuestra relación horizontal como estudiantes más que la pelea constante entre agrupaciones.

…para transformar la facultad
Sólo un centro participativo y verdaderamente democrático nos puede permitir encarar con fuerza las transformaciones que necesitamos. En primer lugar la creatividad de un centro con vida estudiantil nos permitiría reflexionar sobre los problemas de nuestra universidad y descubrir nuevas vías y nuevos caminos, dejando atrás la arrogancia que cree que está todo dicho y que solo hace falta que los estudiantes se “den cuenta”.
Necesitamos un centro de estudiantes participativo no sólo para pelear por más presupuesto y por la democratizació n del cogobierno, sino también para generar espacios de expresión política y cultural para todos los estudiantes. Necesitamos un centro que sea un espacio de organización y de socialización, para terminar con el statu quo que nos impone venir a estudiar e irnos a nuestra casa.
Necesitamos nuevas prácticas, otra forma de hacer política, desde la participación y el diálogo entre pares, para aportar a la reconstrucció n del movimiento estudiantil como un sujeto social activo y transformador.

EN CENTRO DE ESTUDIANTES Y CONSEJO
COLECTIVO DE IZQUIERDA - LISTA 9