Recientemente el Partido Obrero difundió una declaración con un titulo sugestivo: "LA MELLA DEFIENDE LA MISMA UNIVERSIDAD QUE HALLÚ". Nos vemos obligados a responder, no por creer que tengamos que defendernos de acusaciones baratas, sino porque estamos indignados con una determinada forma de hacer política que venimos criticando desde hace años.
Con una liviandad asombrosa, hija de una cultura política que les permite difamar, inventar, insultar sin escrúpulos a una fuerza política de izquierda con la cuál comparten entre otras cosas la conducción de la Federación Universitaria de Buenos Aires, el Partido Obrero ha sobrepasado una vez más los límites éticos en los que toda política de izquierda, transformadora y genuina debería reparar.
Podríamos elaborar una respuesta desmontando uno a uno los argumentos que esgrime el PO en su declaración. Por ejemplo, que el proyecto presentado por ellos en la Junta de Carrera de Ciencia Política no solo no fue acompañado por los consejeros de La Juntada (La Mella junto a otras agrupaciones) sino tampoco por el consejero estudiantil de La Comuna (frente liderado por el propio Partido Obrero en Sociales), lo que llevaría a este frente -y por tanto al Partido Obrero, según sus propios razonamientos- a defender la misma Universidad que Hallú.
A la vez podríamos mencionar que consejeros de La Juntada, La Comuna, consejeros graduados de Colectivo de Izquierda y docentes del espacio de Mabel Thwaites Rey y Atilio Borón -a partir de un trabajo de coordinación interclaustros- logramos arribar a un proyecto para poner fin a los métodos prebendarios de Alternativa Académica (UCR) en la selección de optativas y seminarios.
Podríamos escudarnos también en la falta de autoridad moral para hacer acusaciones por parte de una fuerza política como el Partido Obrero, que integró todo tipo de gestiones en la UBA, como el lamentable caso del decanato de Jaime Sorín en Arquitectura, en donde el PO mantuvo sus funcionarios políticos mientras que Sorín era nada menos que Vicerrector de Hallú (!!).
Preferimos manifestarles a los compañeros y compañeras del PO otra cosa, ya que no es la primera vez que la desesperación ante la cercanía de las elecciones los lleva a perder toda honestidad política. Es esta cultura política la que rechazamos. La que confunde a adversarios con enemigos, a distintos con antagónicos, la que prioriza siempre la autorreferencia y la autoconstrucción, la que considera que es peor un movimiento conducido por una fuerza política distinta a la propia que la inexistencia de todo movimiento, la que considera que debe ser destruido todo movimiento que no dirige. Es la lógica del "yo" o la "nada". Es la nefasta pero persistente concepción de autoproclamarse los misioneros del "esclarecimiento" de las masas "engañadas" por el resto de las agrupaciones como la nuestra.
¿No han reparado siquiera, en el hecho de que militantes de nuestra corriente estén perseguidos y procesados judicialmente por el propio rector Rubén Hallú a la hora de acusarnos de ser socios o cómplices de él? ¿Tan difícil les resulta tolerar el hecho de que tenemos diferencias sin que eso implique la mentira y la provocación? ¿Es que acaso necesitan convencer a sus propios militantes de que La Mella es un agente traicionero del mismísimo satanás para entonces poder sostener su política y su militancia?
Sabemos que se acercan las elecciones y que la desesperación por mantener un espacio de poder puede generar desatinos de todo tipo. Pero hay límites. La cultura política de derecha en la propia militancia de izquierda es la que nos lleva al autoboicot, la fragmentación y la destrucción permanentes. ¿Acaso que mejor copia de la política burguesa la de manipular, difamar, mentir descaradamente con tal de arrastrar un voto o quitarle uno al adversario? ¿Qué más conservador que usar cualquier herramienta con tal de sostener una porción de poder en un Centro de Estudiantes o en cualquier otro ámbito?
Las mentiras tienen patas cortas, sobre todo si son frecuentes. Nosotros no somos partidarios de una política del “vale todo”. Desde el espacio que conformamos, la izquierda independiente, esa cultura política no tiene lugar. La distancia que nos separa a los “estudiantes” y a los “militantes” es alimentada todos los días por declaraciones como las suyas. Por el contrario, creemos que una nueva cultura política es posible en la militancia y en la izquierda. Aquella que no separa la ética del programa, que no diferencia a las conductas y las prácticas cotidianas de los principios. Una nueva cultura militante que privilegie siempre los intereses colectivos. Una cultura política que sea capaz de incluir y sumar cada vez a más estudiantes a la militancia y la participación, y no una práctica expulsiva que colabore con el escepticismo y el desaliento de quienes tienen realmente ganas de cambiar las cosas.
Corriente Julio Antonio Mella
Nueva Presidencia FUBA
Colectivo de Izquierda (Filosofía y Letras) / ContraHegemonía (Sociales) / EpideMIA (Cs. Medicas) / In Dubio Pro Reo (Derecho) / La Grieta (FADU) / La Mella (Exactas) / Palabras Necias (Psicología) / S.O.S (Económicas) / La Mella (CBC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario