En estos últimos años, fuimos parte de un espectro político de izquierda que se propuso repensar las prácticas políticas de la militancia universitaria. Esto se dio fundamentalmente porque a pesar de la recuperación de espacios políticos por parte de fuerzas combativas, por ahora no logramos recomponer el movimiento estudiantil, entendido éste como un actor social de peso, un agente de cambio para la transformación social. Es más, hemos avanzado poco y nada en la lucha por nuestras reivindicaciones, no pudiendo salir de una posición defensiva. La fragmentación política del activismo y la incapacidad de interpelar a sectores más amplios de los y las estudiantes siguen siendo deudas pendientes.
Por otra parte, desde 2008 hasta ahora se dio un proceso de politización en la sociedad argentina del que la UBA no está ausente. El conflicto entre el “campo” y el gobierno kirchnerista, la ley de medios, el pago de la deuda externa y el bicentenario fueron algunos de los momentos más importantes de este recorrido. En este contexto creemos que la política estudiantil no puede ser autista ni creerse ajena a estas discusiones. Con las agrupaciones de La Juntada confluimos en una posición crítica tanto del kirchnerismo como de la derecha más recalcitrante, defensora de las patronales del campo y de los monopolios mediáticos, pero sabiendo distinguir claramente entre ellos. En los últimos meses, por ejemplo, defendimos la Ley de medios contra el ataque del grupo Clarín y sus socios menores, planteando al mismo tiempo una perspectiva crítica de la política comunicacional del gobierno.
Además, teniendo en cuenta la pluralidad de lecturas políticas y los matices y diferencias que comportan, consideramos fundamental la coincidencia con las compañeras y compañeros de La Juntada en la valoración de la realidad latinoamericana, atravesada por las luchas de distintos movimientos sociales y políticos que enfrentan al capitalismo y al imperialismo. Es el caso particular de Bolivia y Venezuela, donde hasta ahora se lograron los mayores avances populares, impensables sin la lucha desde abajo de las organizaciones y movimientos sociales, a veces coincidiendo con la acción de sus respectivos gobiernos y a veces no.
En Filo los estudiantes tenemos por delante la lucha para frenar la reconversión educativa al servicio del mercado y la mercantilización del conocimiento. El rectorado y el Trincherismo avanzan con la política de autoajuste y estrechamiento de los vínculos con las grandes empresas, impulsando la utilización de los llamados “recursos propios” a través de los posgrados pagos y la venta de servicios del laboratorio de idiomas y, no por último menos importante, votando a favor del uso de los fondos de la minera contaminante La Alumbrera. El proyecto de la gestión de un nuevo edificio para posgrados, sin contemplar los problemas edilicios más que evidentes del nivel de grado gratuito y masivo, es la muestra más cabal de esta política.
Para ello creemos que es fundamental poner por delante nuestras coincidencias en función de aportar para construir un nuevo movimiento estudiantil que tenga la fuerza, la coherencia, la determinación y la organización para luchar y vencer en esta disputa. Coincidimos con los compañeros y compañeras de La Juntada en que la premisa fundamental es la organización desde las bases, buscando vincular nuestra realidad cotidiana en la Universidad con los problemas sociales y políticos generales. También confluimos en que ya no se puede pensar la articulación política como una mera necesidad electoral, priorizando siempre la construcción autorreferenciada. Los compañeros y compañeras vienen desarrollando una experiencia interesante en esa dirección, trabajando en las aulas, en las secretarías del centro, dando la disputa cotidiana en las Juntas y en el Consejo, trabajando todo el año para frenar las políticas de la gestión, buscando por la positiva impulsar proyectos que se hagan eco de las reivindicaciones estudiantiles más sentidas, como por ejemplo la posibilidad de hacer las prácticas docentes en bachilleratos populares o la validación de los exámenes internacionales de idiomas para los niveles obligatorios de cada carrera.
En este último año, hemos entablado un vínculo cotidiano con La Juntada. Hemos hecho actividades sobre la ley de medios, sobre la cumbre climática de Cochabamba y hemos compartido actividades de la FUBA en Filo.
Hacemos una lectura muy positiva de esta experiencia, entendemos que La Juntada es un espacio político que apuesta a construir una fuerza estudiantil de izquierda plural, basada en el consenso y la participación amplia de los estudiantes. Decidimos ingresar al frente, buscando aprender a construir con otros, convencidos de que la articulación política es el camino para el avance de la organización estudiantil.
Así se ha empezado a expresar en la nueva conducción de la FUBA donde ya estamos trabajando juntos para transformar la federación. Así también lo haremos para transformar la realidad de Filo.
Socialismo Libertario en Filo – 24-6-10
junio 28, 2010
La Juntada crece y eso se siente: se suma Socialismo Libertario
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