"Sin sorpresas" fue el título mas recurrente con que la cobertura periodística se refirió a los resultados de las elecciones estudiantiles de la UBA este año… hasta el sábado pasado. La mayoría de las conducciones habían sido reelectas, y se podía anotar como dato relevante algunos realineamientos al interior de la izquierda tradicional, la pésima elección de las fuerzas K y nuestra satisfacción ante la enorme elección del MxE contra la Franja Morada en Cs. Económicas y el segundo puesto de La Juntada en Filo. Sin embargo, al caer la noche del 8 de noviembre el mapa político de la universidad registraba una sacudida inesperada: la izquierda independiente se imponía como nueva conducción en dos de los centros de estudiantes con más tradición de lucha de la Universidad de Buenos Aires. En Ciencias Sociales El Trendesplazó luego de 5 años al frente Oktubre y en Ciencias Exactas y Naturales el FEM derrotó categóricamente al Eppur si Muove (PCR). En ambos lugares la Corriente Julio Antonio Mella tuvo un papel protagónico y aportó, con el enorme esfuerzo de cada uno de nuestros compañeros, a la emergencia de esta apuesta de miles de estudiantes por otra política, por otra forma de organización, por otras prácticas para la izquierda universitaria.
Para La Mella son días especiales, momento de disfrutar por supuesto estos importantes logros, pero también de prepararnos para las enormes responsabilidades que estos avances nos plantean. Cuando nacimos a medidos del 2006, lo hicimos con el objetivo de aportar a la reconstrucción del movimiento estudiantil, humildemente, sin verdades reveladas ni esquemas preconcebidos. Partiendo de nuestras convicciones y nuestras experiencias, pero aprendiendo siempre de nuestra historia y del ejemplo de las luchas populares y las búsquedas liberadoras que recorren Nuestra America y el mundo. Aportar a la construcción de un sujeto colectivo, construir movimiento estudiantil, en el debate y la lucha de ideas pero sin mesianismos, fue una de nuestras premisas. Por eso siempre dijimos que la historia no comienza cuando nosotros llegamos, y reconocimos de entrada que nuestro trabajo se asienta sobre la base de una conquista del movimiento estudiantil: la recuperación de los centros de estudiantes y de la Federación Universitaria de Buenos Aires, otrora en manos de la nefasta Franja Morada; lucha compartida durante años por compañeros del conjunto de la izquierda (partidaria o no) y del campo popular, lucha que seguiremos dando en el marco de la mayor unidad.
Sin embargo, una vez recuperadas nuestras organizaciones, los estudiantes nos vimos en la necesidad de debatir y experimentar cuál es el modelo de centro que favorece mayor participación, cuál es la manera de construir movimiento estudiantil, cómo articulamos con otros sectores populares, cuáles deben ser nuestras reivindicaciones prioritarias, y todo esto ha provocado polémicas y alineamientos al interior de la izquierda universitaria. Esta contraposición entre distintas ideas, distintas prácticas y distintos métodos es lo que para nosotros se pudo expresar claramente en estas elecciones con el fortalecimiento de la izquierda independiente. Por supuesto que hay grandes facultades de la UBA donde la recuperación de nuestras organizaciones y la derrota de la derecha mercantilista y privatizadora sigue siendo una cuenta pendiente (Cs. Económicas, Derecho, Medicina) y allí estará el aporte de La Mella y la izquierda independiente, pero gratamente en muchas facultades lo que empieza a discutirse, y a confrontarse en distintos ámbitos, son modelos y prácticas alternativas dentro de la izquierda. Particularmente en Sociales, Filo y Exactas, no por casualidad las facultades con mas tradición de lucha, la izquierda independiente logró expresar la necesidad de superar una práctica política que ha sido exitosa en poner a las herramientas gremiales al servicio de la lucha, pero que ha sido incapaz de traspasar la barrera de los pequeños grupos activistas y militantes, que ha sido ámbito privilegiado para la resolución de querellas intestinas de la izquierda con el efecto desmovilizador que eso supone, que ha limitado en muchos casos la política universitaria a un gremialismo básico y mínimo o a la mera aparición televisiva. Esta incapacidad ha sido, en numerosas ocasiones, el principal obstáculo para derrotar a intereses privatizadores en nuestra Universidad. Lo que estas elecciones expresan, en nuestra opinión, es que cuando la derecha pierde posiciones y el gobierno y las fuerzas filo-kirchneristas son derrotadas sin atenuantes, el movimiento estudiantil logra dar un paso adelante, salir de la defensiva y empieza a decidir su propio futuro, ya sin fantasmas, ya sin cucos, ni polarizaciones falaces. En este sentido, que los años de desgaste de conducciones de izquierda no hayan sido capitalizados por expresiones contrarias a los intereses del movimiento estudiantil, ya sean afines al gobierno nacional o a la derecha universitaria, muestra una madurez significativa en los compañeros de muchas facultades, madurez que algunos buscarán definir como "retroceso en la conciencia" por el simple hecho de que los estudiantes no aceptaran sus infalibles recetas. Los estudiantes de Sociales y Exactas optaron por mantener conducciones que reflejan el compromiso colectivo en defensa de la educación pública, gratuita, laica y de calidad y la búsqueda de fundir al movimiento estudiantil con otros sectores populares en un proyecto de cambio social. Pero lo hicieron apostando a su propio protagonismo, a la validez de sus pensamientos y prácticas, a la construcción de una verdad y una búsqueda compartida y en movimiento, no estanca ni canonizada.
Para nosotros este triunfo es el resultado de un largo e intenso trabajo de dos años de debate político, prácticas culturales, lucha y trabajo gremial, formación y actividad académica. Es el fruto del trabajo cotidiano con nuestros compañeros de cursada en cada facultad, es ese laburo de cada estudiante que no sale en los diarios como los resultados electorales pero que teje todos los días, desde abajo y a la izquierda, los cimientos de otra sociedad deseada. Con la lucha en las calles y la batalla de ideas, así la izquierda independiente irrumpió como un actor político bien delimitado aunque no incompatible con otras expresiones del campo popular.
Si bien este triunfo no resulta pequeño para quienes hemos dejado todo para conseguirlo es mínimo en relación a nuestros objetivos. Seguiremos abriendo trincheras en esta universidad y aportando a la construcción de un movimiento estudiantil que sea protagonista en la lucha por la construcción de poder popular y la transformación radical de la sociedad. El camino es largo pero nuestro compromiso es fuerte, de nuestro lado estará siempre la alegría que acompaña la rebelión.
Corriente Julio Antonio Mella
Colectivo de Izquierda (Filo) - Contrahegemonía (Sociales) - In Dubio (Derecho) - La Grieta (FADU) - La Mella (Exactas) - Palabras Necias (Psico) - S.O.S. (Económicas) www.lamella.com.ar
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