Nuestra experiencia en las secretarías del Centro de Estudiantes
En las elecciones a Centro de Estudiantes del año 2007 las agrupaciones independientesColectivo de Izquierda y Plan B presentamos listas por primera vez. Obtuvimos el 7,45% (388 votos) y el 4,41% (230 votos) respectivamente, lo que nos permitió disponer de una Secretaría a cada agrupación.
Nuestras políticas tienen ejes muy similares, apuntando a la necesidad de reconstruir al movimiento estudiantil para que se transforme en un actor activo y no en un simple receptor de las 455 mil consignas que las agrupaciones pegan en las paredes y repiten hasta el cansancio. En este sentido, nos planteamos la necesidad de cambiar toda una cultura política de la militancia, la cual nosotros mismos muchas veces también reproducimos, donde se toma a los estudiantes como un medio para la construcción política particular en vez de la apertura de espacios de participación para muchos compañeros, no sólo aquellos interesados en militar en alguna agrupación en particular. De tal forma creíamos (y creemos) necesario aflojarle un poco al consignismo permanente y a la repetición de la "verdad revelada", para establecer un diálogo entre los estudiantes(organizados y no organizados) para plantearnos problemas y buscar las respuestas en forma conjunta. Nosotros no nos sonrojamos por no tener respuestas a absolutamente todos los problemas, puesto que la pregunta y el aprendizaje tiene también un lugar en nuestra construcción política.
En base a estos acuerdos y planteos comunes decidimos impulsar los espacios de secretarías que habíamos obtenido en la elecciones en forma conjunta: Secretaría de Arte-Política y Secretaría de Socialización y Producción de Conocimiento. Los objetivos apuntaban a abrir espacios de participación para los estudiantes para reflexionar y armar actividades sobre dos cuestiones de importancia: las prácticas artísticas y culturales, y las reflexiones en torno a nuestra actividad como estudiantes. Intentamos indagar en elporqué y el para qué de lo que hacemos entre estas cuatro paredes.
En esta dirección, y en la medida de nuestras fuerzas, hicimos varias actividades. Presentamos el lanzamiento de las secretarías en forma abierta para todos los estudiantes através de una charla-encuentro, realizamos un ciclo de cine en tres partes sobre la obra de Raúl Perrone, editamos dos boletines con textos literarios de compañeras independientes que se distribuyeron gratuitamente en toda la facultad, iniciamos un blog con información sobre el proyecto de las secretarías y realizamos una serie de encuentros intercarreras para debatir sobre el estado general de la lucha por la reforma de los distintos planes de estudio. Cada una de las actividades, con mayor o menor éxito, tuvo la intención de convocar a la participación a compañeros que, en una de esas, deseaba desarrollar alguna inquietud, algún tipo de militancia y no encontraba en donde poder hacerlo. De este modo, algunos estudiantes se acercaron y se sumaron a nuestras reuniones abiertas. Durante este cuatrimestre impulsaremos más actividades de las Secretarías y aprovechamos para invitarte a participar de las mismas.
Sobre limitaciones propias y realidades ajenas
A pesar de todo lo realizado, no pudimos lograr las aspiraciones iniciales que teníamos con estos espacios. Creemos que, en primer lugar, por limitaciones propias y, en segundo lugar, por las agigantadas expectativas que teníamos sobre la potencialidad de estos espacios secundarios del Centro de Estudiantes. La intención de esta carta abierta es realizar en forma pública una autocrítica y una crítica, de la misma forma que la propuesta de las Secretarías fue también pública. Creemos que esto implica también practicar una cultura militante distinta, donde si nos equivocamos podamos decirlo abiertamente, y no resolverlo entre bambalinas para terminar descargando las tintas en responsabilidades ajenas.
Por eso partimos de nuestras propias limitaciones y nuestros propios errores:
1) Dificultad para dedicarle fuerza militante a estos espacios al mismo tiempo que cada uno mantiene activa su agrupación.
2) La dificultad para encontrar cuestiones y problemáticas que consigan interpelar masivamente a los estudiantes.
3) No lograr que estos espacios sean visualizados como espacios más amplios que nuestras agrupaciones, es decir como espacios gremiales.
Además de estos errores propios, de los cuales intentaremos sacar todas las conclusiones para cambiarlos, creemos que existen limitaciones propias de la realidad del Centro deEstudiantes. Luego de años de un Centro que carece totalmente de participación estudiantil más allá de la militancia de las agrupaciones que lo conducen, sus espacios se encuentran muy deslegitimados de cara al conjunto de los estudiantes, que en su mayoríaidentifican al CEfyl con una expendedora de apuntes. Fue por lo menos apresurado pensar que podíamos revertir esta situación desde espacios periféricos del mismo, como pueden ser las Secretarías de las cuales, con excepción de la de Publicaciones, poquísimos estudiantes reconocen su existencia.
Redoblemos los desafíos: hay que transformar el CEfyl
Toda esta experiencia nos refuerza en nuestra convicción de que hay que transformar de punta a punta el actual Centro de Estudiantes. Hay que transformar al CEfyl en un espacio de participación que supere a la acumulación política de las agrupaciones que lo conducen. Un centro de estudiantes vivo, y aunque suene redundante, lleno deestudiantes. Para esto creemos que hay que terminar con los frentes electorales agarrados de los pelos, que sólo se ponen de acuerdo para ganar el Centro y repartirse los espacios de gestión (fotocopiadora, bar, etc) como si fuera un botín. Esta realidad quedó claramente en evidencia en ocasión del lock out patronal agrario que conmovió al país: la mayoría de las corrientes de izquierda (sic!) que conducen el CEfyl fueron a cacerolear con "el campo" y otras hablaron de "pueblada" aunque luego borraron con el codo lo que habían escrito con la mano. Lo cierto es que ciertas diferencias insalvables (de todos modos bastante anteriores al conflicto nacional) terminaron por quebrar definitivamente aun frente que ya venía más que desgastado. Creemos que nada de malo tienen las diferencias sobre algunas cuestiones, e incluso nosotros consideramos indispensable la existencia de un amplio pluralismo para la construcción de ámbitos gremiales participativos. Pero de ahí a protestar junto a la Sociedad Rural Argentina hay un abismo infranqueable. Nosotros evaluamos que lo peor de todo es que estas posturas le terminan haciendo el juego al kirchnerismo, que en el caso del conflicto nacional apostó a instalar una polarización en la que parecía que la única opción progresiva era apoyar al oficialismo. Por nuestra parte seguiremos apostando a una salida desde y para el campo popular en nuestro país, que creemos no representa el gobierno kirchnerista. Pero apuntamos a cuestionarlo desde la izquierda y los intereses populares, y jamás de la mano de la derecha incalificable, del viejo y nuevo gorilaje de la SRA, Coalición Cínica, La Nazi-ón, etc.
Es urgente y necesario transformar el Centro de Estudiantes
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